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El libro El humor en la historia de la comunicación en Europa y América que recoge las actas del XIII Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores de la Comunicación (AHC) ya está disponible. El Grupo de Investigación: Comunicación, Humor y Sátira (Gricohusa) colaboró activamente en la realización de este encuentro celebrado, en octubre de 2013, en Cuenca.

El volumen recoge las aportaciones de investigadores europeos y americanos, que confirman la madurez que ha alcanzado la investigación del humor. El libro “realiza un recorrido exhaustivo por o aborda desde distintas perspectivas y modalidades las claves editoriales de unos medios de comunicación que hacen del humor su seña de identidad y cuya importancia está fuera de toda duda”, tal y como afirman su editores Antonio Laguna Platero, miembro de Gricohusa y la AHC, y José Reig Cruañes, miembro de la AHC.

El humor debe ser algo así como el relato inteligente de un hecho cómico. Aquí lo cómico es el sustrato. Esto es lo que venían a decir los geniales Forges y Mingote:

–Uno va por la calle, se cae: eso es lo cómico.

–... Lo humorístico es lo que dice después el tío...

El discurso humorístico opera siempre en un doble plano, consciente e inconsciente, designificación. Captarlo requiere una apropiada actitud intelectual–la aceptación provisional del esquema cognitivo del chiste que, poco antes del final, se desviará para producir la sorpresa- pero también, como apuntaba Freud, incorpora mecanismos no conscientes que son, precisamente, los que nos preparan para ruptura de la norma y la convención. Eso es lo que convierte al chiste en un hecho social: descubre una transgresión que ya estaba en el ambiente, sólo que difundida en miles de subjetividades.

Esto es especialmente cierto ante situaciones de grave déficit de la libertad de expresión, cuando el humor canaliza también una racionalidad alternativa. Pero lo es también en las sociedades democráticas. De hecho el humor se ha vuelto clave en la comunicación política y no sólo por la eficacia que confiere a los mensajes, bien conocida por el mundo publicitario, sino porque se ha instalado, desde el principio mismo de los modernos medios de comunicación, en el corazón del periodismo. Desde las publicaciones satíricas del XIX, hasta las viñetas de Mahoma, pasando por los informativos humorísticos de la TV, la comunicación y el humor han compartido una turbulenta historia, hecha a partes iguales de resistencias y servidumbres al poder.

Hay, pues, una racionalidad en el humor que puede ser aprehendida en su relación con la sociedad y el momento en que se produce. Eso es lo que se propone este libro, con aportaciones de investigadores europeos y americanos, que confirman la calidad y madurez que ha alcanzado la investigación de este tema. Un momento brillante de esa madurez fue, sin duda, el XIII Congreso Internacional de la Asociación de Historiadores de la Comunicación, celebrado en octubre de 2013 en Cuenca, algunas de aquellas aportaciones se encuentran en este libro.